Ratio: 0 / 5
Ratio: 0 / 5
20 de abril de 2022 - 10:56 AM
POR ALMUDENA MARTÍNEZ-BORDIÚ | ACI Prensa
Escuela de Apologética Online DASM ¡INSCRIBETE YA MISMO! Contáctanos por WhatsApp al + 1 602-295-9407 o visita nuestra página web: https://dasm.defiendetufe.com/inicio-r/
Este domingo 24 de abril, el Papa Francisco presidirá de forma pública la Misa de la Divina Misericordia en la Basílica de San Pedro, algo que no ocurría desde hace dos años debido a las restricciones de la pandemia.
El Vaticano va recobrando poco a poco la normalidad a dos años del inicio de la pandemia de coronavirus y, a pesar de que todavía se exigen ciertas precauciones para evitar el contagio, el Santo Padre ha vuelto a presidir las ceremonias de Semana Santa ante un gran número de fieles.
La Oficina de Prensa de la Santa Sede informó que el Papa Francisco celebrará la Misa de este segundo domingo de Pascua a las 10 a.m. (hora local) en la Basílica de San Pedro y no en la iglesia de Santo Spirito de Sassia, como había hecho estos dos últimos años de forma privada.
A esta ceremonia acudirán los cardenales, arzobispos y obispos que se encuentren en Roma, así como las misioneras de la misericordia y otros sacerdotes y religiosos.
El Domingo de la Divina Misericordia
Fue San Juan Pablo II quien el 30 de abril del año 2000 designó el segundo domingo de Pascua como Domingo de la Divina Misericordia.
La celebración de esta fiesta se origina en las revelaciones privadas de Santa Faustina Kowalska, religiosa polaca que recibió mensajes de Jesús sobre su Divina Misericordia en el pueblo de Plock, en Polonia.
San Juan Pablo II canonizó a Santa Faustina y durante la ceremonia dijo que “es importante que acojamos íntegramente el mensaje que nos transmite la Palabra de Dios en este segundo domingo de Pascua, que a partir de ahora en toda la Iglesia se designará con el nombre de ‘Domingo de la Divina Misericordia’”.
Ese día también es posible obtener la indulgencia plenaria; para ello el fiel debe participar en actos de piedad realizados en honor de la Divina Misericordia con las condiciones habituales de confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Papa.
EVANGELIZA Y COMPARTE.
Si te quieres formar fuerte en la fe católica de una manera orgánica, inscríbete en la escuela de apologética online DASM. Para más información comunícate por privado o por WhatsApp +1 602-295-9407 con uno de nuestros representantes quien te brindara toda la información que necesites al respecto, o visita nuestra página web: https://dasm.defiendetufe.com/inicio-r/
Richbell Meléndez. Laico católico dedicado tiempo completo al apostolado de la Apologética y subdirector de la Escuela de Apologética Online DASM.
Ratio: 0 / 5
11 de febrero de 2022 - 6:05 AM | ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN 11 de febrero de 2022 9:23 am
Redacción ACI Prensa
Escuela de Apologética Online DASM ¡INSCRIBETE YA MISMO! Contáctanos por WhatsApp al + 1 602-295-9407 o visita nuestra página web: https://dasm.defiendetufe.com/inicio-r/
El Papa Francisco destacó la importancia del próximo Jubileo del Año Santo 2025 en una carta al presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, Mons. Rino Fisichella, a quien le pidió velar por “la dimensión espiritual del Jubileo, que nos invita a la conversión”.
“Debemos mantener encendida la llama de la esperanza que nos ha sido dada, y hacer todo lo posible para que cada uno recupere la fuerza y la certeza de mirar al futuro con mente abierta, corazón confiado y amplitud de miras. El próximo Jubileo puede ayudar mucho a restablecer un clima de esperanza y confianza, como signo de un nuevo renacimiento que todos percibimos como urgente. Por esa razón elegí el lema: Peregrinos de la Esperanza”.
A continuación, el texto completo de la carta del Papa Francisco firmada con fecha del 11 de febrero, fiesta de la Virgen de Lourdes:
El Jubileo ha sido siempre un acontecimiento de gran importancia espiritual, eclesial y social en la vida de la Iglesia. Desde que Bonifacio VIII instituyó el primer Año Santo en 1300 —con cadencia de cien años, que después pasó a ser según el modelo bíblico, de cincuenta años y ulteriormente fijado en veinticinco—, el pueblo fiel de Dios ha vivido esta celebración como un don especial de gracia, caracterizado por el perdón de los pecados y, en particular, por la indulgencia, expresión plena de la misericordia de Dios. Los fieles, generalmente al final de una larga peregrinación, acceden al tesoro espiritual de la Iglesia atravesando la Puerta Santa y venerando las reliquias de los Apóstoles Pedro y Pablo conservadas en las basílicas romanas. Millones y millones de peregrinos han acudido a estos lugares santos a lo largo de los siglos, dando testimonio vivo de su fe perdurable.
El Gran Jubileo del año 2000 introdujo la Iglesia en el tercer milenio de su historia. San Juan Pablo II lo había esperado y deseado tanto, con la esperanza de que todos los cristianos, superadas sus divisiones históricas, pudieran celebrar juntos los dos mil años del nacimiento de Jesucristo, Salvador de la humanidad. Ahora que nos acercamos a los primeros veinticinco años del siglo XXI, estamos llamados a poner en marcha una preparación que permita al pueblo cristiano vivir el Año Santo en todo su significado pastoral. En este sentido una etapa importante ha sido el Jubileo Extraordinario de la Misericordia, que nos ha permitido redescubrir toda la fuerza y la ternura del amor misericordioso del Padre, para que a su vez podamos ser sus testigos.
Sin embargo, en los dos últimos años no ha habido país que no haya sido afectado por la inesperada epidemia que, además de hacernos ver el drama de morir en soledad, la incertidumbre y la fugacidad de la existencia, ha cambiado también nuestro estilo de vida. Como cristianos, hemos pasado juntos con nuestros hermanos y hermanas los mismos sufrimientos y limitaciones. Nuestras iglesias han sido cerradas, así como las escuelas, fábricas, oficinas, tiendas y espacios recreativos. Todos hemos visto limitadas algunas libertades y la pandemia, además del dolor, ha despertado a veces la duda, el miedo y el desconcierto en nuestras almas. Los hombres y mujeres de ciencia, con gran rapidez, han encontrado un primer remedio que permite poco a poco volver a la vida cotidiana. Confiamos plenamente en que la epidemia pueda ser superada y el mundo recupere sus ritmos de relaciones personales y de vida social. Esto será más fácil de alcanzar en la medida en que se actúe de forma solidaria, para que las poblaciones más desfavorecidas no queden desatendidas, sino que se pueda compartir con todos los descubrimientos de la ciencia y los medicamentos necesarios.
Debemos mantener encendida la llama de la esperanza que nos ha sido dada, y hacer todo lo posible para que cada uno recupere la fuerza y la certeza de mirar al futuro con mente abierta, corazón confiado y amplitud de miras. El próximo Jubileo puede ayudar mucho a restablecer un clima de esperanza y confianza, como signo de un nuevo renacimiento que todos percibimos como urgente. Por esa razón elegí el lema Peregrinos de la Esperanza. Todo esto será posible si somos capaces de recuperar el sentido de la fraternidad universal, si no cerramos los ojos ante la tragedia de la pobreza galopante que impide a millones de hombres, mujeres, jóvenes y niños vivir de manera humanamente digna. Pienso especialmente en los numerosos refugiados que se ven obligados a abandonar sus tierras. Ojalá que las voces de los pobres sean escuchadas en este tiempo de preparación al Jubileo que, según el mandato bíblico, devuelve a cada uno el acceso a los frutos de la tierra: «podrán comer todo lo que la tierra produzca durante su descanso, tú, tu esclavo, tu esclava y tu jornalero, así como el huésped que resida contigo; y también el ganado y los animales que estén en la tierra, podrán comer todos sus productos» (Lv 25,6-7).
Por lo tanto, la dimensión espiritual del Jubileo, que nos invita a la conversión, debe unirse a estos aspectos fundamentales de la vida social, para formar un conjunto coherente. Sintiéndonos todos peregrinos en la tierra en la que el Señor nos ha puesto para que la cultivemos y la cuidemos (cf. Gn 2,15), no descuidemos, a lo largo del camino, la contemplación de la belleza de la creación y el cuidado de nuestra casa común. Espero que el próximo Año Jubilar se celebre y se viva también con esta intención. De hecho, un número cada vez mayor de personas, incluidos muchos jóvenes y adolescentes, reconocen que el cuidado de la creación es expresión esencial de la fe en Dios y de la obediencia a su voluntad.
Le confío a Usted, querido hermano, la responsabilidad de encontrar las maneras apropiadas para que el Año Santo se prepare y se celebre con fe intensa, esperanza viva y caridad operante. El Dicasterio que promueve la nueva evangelización sabrá hacer de este momento de gracia una etapa significativa para la pastoral de las Iglesias particulares, tanto latinas como orientales, que en estos años están llamadas a intensificar su compromiso sinodal. En esta perspectiva, la peregrinación hacia el Jubileo podrá fortificar y manifestar el camino común que la Iglesia está llamada a recorrer para ser cada vez más claramente signo e instrumento de unidad en la armonía de la diversidad. Será importante ayudar a redescubrir las exigencias de la llamada universal a la participación responsable, con la valorización de los carismas y ministerios que el Espíritu Santo no cesa de conceder para la edificación de la única Iglesia.Las cuatro Constituciones del Concilio Ecuménico Vaticano II, junto con el Magisterio de estos decenios, seguirán orientando y guiando al santo pueblo de Dios, para que progrese en la misión de llevar el gozoso anuncio del Evangelio a todos.
Según la costumbre, la Bula de convocación, que será publicada en su momento, contendrá las indicaciones necesarias para la celebración del Jubileo de 2025. En este tiempo de preparación, me alegra pensar que el año 2024, que precede al acontecimiento del Jubileo, pueda dedicarse a una gran “sinfonía” de oración; ante todo, para recuperar el deseo de estar en la presencia del Señor, de escucharlo y adorarlo. Oración, para agradecer a Dios los múltiples dones de su amor por nosotros y alabar su obra en la creación, que nos compromete a respetarla y a actuar de forma concreta y responsable para salvaguardarla. Oración como voz “de un solo corazón y una sola alma” (cf. Hch 4,32) que se traduce en ser solidarios y en compartir el pan de cada día. Oración que permite a cada hombre y mujer de este mundo dirigirse al único Dios, para expresarle lo que tienen en el secreto del corazón. Oración como vía maestra hacia la santidad, que nos lleva a vivir la contemplación en la acción. En definitiva, un año intenso de oración, en el que los corazones se puedan abrir para recibir la abundancia de la gracia, haciendo del “Padre Nuestro”, la oración que Jesús nos enseñó, el programa de vida de cada uno de sus discípulos.
Pido a la Virgen María que acompañe a la Iglesia en el camino de preparación al acontecimiento de gracia del Jubileo, y con gratitud le envío cordialmente, a Usted y a sus colaboradores, mi Bendición.
Roma, Basílica de San Juan de Letrán, 11 de febrero de 2022, Memoria de la Bienaventurada Virgen María de Lourdes.
EVANGELIZA Y COMPARTE.
Si te quieres formar fuerte en la fe católica de una manera orgánica, inscríbete en la escuela de apologética online DASM. Para más información comunícate por privado o por WhatsApp +1 602-295-9407 con uno de nuestros representantes quien te brindara toda la información que necesites al respecto, o visita nuestra página web: https://dasm.defiendetufe.com/inicio-r/
Richbell Meléndez. Laico católico dedicado a tiempo completo a la apologética al servicio de Dios y subdirector de la Escuela de Apologética Online DASM.
Ratio: 0 / 5
1 de febrero de 2022 - 4:51 PM
POR DAVID RAMOS | ACI Prensa
Escuela de Apologética Online DASM ¡INSCRIBETE YA MISMO! Contáctanos por WhatsApp al + 1 602-295-9407 o búscanos en Google como: DASM Escuela de Apologética online.
El prefecto emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Cardenal Gerhard Müller, dio una contundente respuesta a quienes piden que la Iglesia Católica sea “gay friendly”, entre ellos algunos sacerdotes que exigen que las parejas homosexuales reciban el sacramento del matrimonio.
En una reveladora entrevista con Alejandro Bermúdez en el programa Cara a Cara, de EWTN, el Cardenal Müller dijo que las “especulaciones” de que la Iglesia Católica podría bendecir parejas homosexuales o celebrar para estas el sacramento del matrimonio “no tienen ningún fundamento en la Revelación”.
“Es un pensamiento humano, pero no está de acuerdo con la Palabra de Dios”, precisó.
El Purpurado subrayó que “Dios ha creado al hombre y no estos sacerdotes que piensan como el mundo de hoy, según esta antropología materialista, que distinguen la sexualidad, el placer sexual, de la responsabilidad para procrear los hijos e hijas”.
“Hay muchos que se han alejado totalmente de la fe católica. Se presentan como si fueran sacerdotes, pero no son fieles”, advirtió en la entrevista que será emitida la próxima semana.
El Cardenal Gerhard Müller, de 74 años, nació en Alemania y es el curador de la obra completa de Joseph Ratzinger, el hoy Papa Emérito Benedicto XVI. Cuando fue nombrado Obispo por San Juan Pablo II, en 2002, eligió como lema episcopal Dominus Iesus, que significa “Jesús es el Señor”.
Benedicto XVI lo nombró prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe en 2012. El Papa Francisco lo confirmó en ese cargo, en el que permaneció hasta 2017.
El Papa Francisco lo creó cardenal de la Iglesia Católica en 2014.
En su entrevista en Cara a Cara, el Cardenal Müller lamentó que algunos sacerdotes, que piden que la Iglesia administre los sacramentos a las parejas homosexuales, “hablen de la compasión”, pues esta en verdad "viene de Dios”.
El Purpurado precisó que la verdadera vida "buena" para los hombres tiene lugar “cuando vivimos según los mandamientos de Dios”. De otra forma, advirtió, “podemos caer en el pecado”.
Consultado sobre los rumores de que el Papa Francisco sacó a Mons. Giacomo Morandi de su cargo como secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe para nombrarlo Obispo de Reggio Emilia-Guastalla (Italia), como una especie de sanción por su papel protagónico en la nota que reiteraba el rechazo de la Iglesia Católica a las bendiciones a parejas homosexuales, en marzo de 2021, el Cardenal Müller dijo que “el Santo Padre no ha hablado conmigo sobre ese asunto, y por eso no conozco sus motivos”.
“No sé nada sobre estas especulaciones. Puede ser, puede no ser”, señaló.
Sin embargo, el Purpurado indicó que sobre las uniones homosexuales “la doctrina de la Iglesia es absolutamente clara” y “tiene su fundamento en la antropología revelada en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, en la creación y también en la institución del matrimonio como sacramento, el matrimonio conformado por un solo hombre y una sola mujer”.
“Para Cristo no podemos ser más ‘gay friendly’ o no ‘gay friendly’”, expresó.
El Cardenal señaló que los católicos “tenemos todo el respeto por estas personas que tienen estas tendencias”.
“No sabemos exactamente de dónde vienen esas tendencias, pero la sexualidad tiene su lugar único, lugar real, moral, sacramental, dentro del matrimonio de un hombre y una mujer”.
“El Catecismo de la Iglesia Católica explica claramente la doctrina de la Iglesia”, subrayó.
El Purpurado resaltó que la doctrina de la Iglesia Católica tiene su fundamento “en la Palabra de Dios”, en la “Revelación que es realizada finalmente en Jesucristo”.
Cuando se le preguntó sobre el argumento de que la doctrina del matrimonio se basa en una doctrina anticuada y medieval, el Cardenal respondió que también esos teólogos medievales, como Santo Tomás de Aquino, se inspiraron en la Revelación.
“No podemos cambiar según las ideologías”, advirtió. El Purpurado precisó que la ideología de género “no es una ciencia”, y señaló que quienes la promueven “cambian los géneros según sus placeres. Y esto no es una ciencia”.
El Cardenal recordó que “también el racismo y la esclavitud en el pasado se justificaron en la ciencia. El comunismo dijo que estaba basado en la ciencia”.
Ante esto, aconsejó, habría que diferenciar entre lo que es “la ciencia empírica o (lo que) es una ideología”.
El prefecto emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe subrayó que este dicasterio del Vaticano es el “más importante, porque la tarea primaria, fundamental del Papa no es dar entrevistas, sino conservar la doctrina revelada, la fe revelada”.
“Y esta es la tarea de la Congregación para la Doctrina de la Fe: ayudar al Papa en esta misión universal para toda la Iglesia Católica, porque la doctrina de la Iglesia no es definida por el Papa, por este u otro Papa, o por los obispos. La doctrina de la Iglesia tiene su fundamento en la Revelación escatológica en Jesucristo”, reiteró.
A diferencia de “un partido político”, que cambia “sus programas según los electores”, los católicos “tenemos que ser fieles a la Revelación, a la Palabra de Dios”.
“Y tenemos esta antropología: Dios ha creado al hombre, varón y mujer, y esta es la base antropológica de la doctrina de la Iglesia acerca del matrimonio”, aseguró.
EVANGELIZA Y COMPARTE.
Si te quieres formar fuerte en la fe católica de una manera orgánica, inscríbete en la escuela de apologética online DASM. Para más información comunícate por privado o por WhatsApp +1 602-295-9407 con uno de nuestros representantes quien te brindara toda la información que necesites al respecto, o búscanos en Google como: DASM Escuela de Apologética online.
Richbell Meléndez, laico católico dedicado a tiempo completo a la apologética y subdirector de la Escuela de Apologética Online DASM.
Ratio: 0 / 5
26 de enero de 2022 - 10:45 AM
POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa
Escuela de Apologética Online DASM ¡INSCRIBETE YA MISMO! Contáctanos por WhatsApp al + 1 602-295-9407 o búscanos en Google como: DASM Escuela de Apologetica online.
En la Audiencia General de este miércoles 26 de enero, el Papa Francisco pidió rezar por los padres que sufren por sus hijos, entre ellos, por los que tienen hijos con “orientación sexual diferente”.
Durante su catequesis dedicada a “San José hombre de sueños”, el Papa aconsejó invocar la intercesión de San José por las “personas que están aplastadas por el peso de la vida y ya no logran ni esperar ni rezar” para que San José “pueda ayudarles a abrirse al diálogo con Dios, para reencontrar luz, fuerza y paz” y por los padres que enfrentan diversos problemas con los hijos.
“Pienso en los padres ante los problemas de los hijos, hijos con muchas enfermedades, los hijos enfermos, también con enfermedades permanentes. ¡Cuánto dolor allí!”, lamentó el Santo Padre.
Luego, el Papa mencionó a los “padres que ven orientaciones sexuales diferentes en los hijos; cómo gestionar esto y acompañar a los hijos y no esconderse en una actitud condenatoria”.
Además, el Santo Padre indicó a los “padres que ven a los hijos que se van, mueren, por una enfermedad y también -más triste, lo leemos todos los días en los periódicos- jóvenes que realizan acciones no ponderadas y terminan en un accidente con el coche” así como también los “padres que ven a los hijos que no avanzan en la escuela…”.
“Muchos problemas de los padres. Pensemos cómo ayudarlos. A estos padres les digo: ‘no teman’. Sí, hay dolor. Mucho. Pero piensen cómo resolvió los problemas José, pidan a José que los ayude. Nunca condenen a un hijo”, afirmó el Papa.
Finalmente, el Santo Padre relató que da mucha ternura, le daba en Buenos Aires, “cuando viajaba cuando viajaba en el autobús y pasaba delante a la cárcel y había la fila de las personas que debían entrar a visitar a los prisioneros. Y estaban allí las mamás, me daba mucha ternura: ante el problema de un hijo que se ha equivocado y está encarcelado no lo dejaban solo, daban la cara y lo acompañaban.
“Esa valentía; valentía de papá y de mamá que acompañan a los hijos siempre, siempre. Pidamos al Señor que conceda a todos esta valentía como la dio a José. Y además recen para que el Señor nos ayude en esos momentos”, concluyó el Papa.
EVANGELIZA Y COMPARTE.
Si te quieres formar fuerte en la fe católica de una manera orgánica, inscríbete en la escuela de apologética online DASM. Para más información comunícate por imbox o por WhatsApp +1 602-295-9407 con uno de nuestros representantes quien te brindara toda la información que necesites al respecto, o búscanos en Google como: DASM Escuela de Apologetica online.
Richbell Meléndez. Laico católico dedicado a la apologética a tiempo completo y Subdirector General de la Escuela de Apologética Online DASM.
Invítanos a predicar tu grupo, movimiento, parroquia o diócesis
Cursos, conferencias congresos