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El párroco de la iglesia de la Inmaculada Concepción y San Carlos Borromeo en Jacuí (Brasil), P. Bruce Éder do Nascimento, lleva la bendición de Dios a la casa de los fieles que por la pandemia no pueden acercarse a la parroquia.
El P. Éder tuvo la inspiración de llevar la presencia de la Iglesia a los vecinos y todos los días camina por las calles de la ciudad bendiciendo a los fieles con que se encuentra.
El sacerdote indicó a ACI Digital – agencia en portugués del Grupo ACI - que las personas reciben con agradecimiento la bendición y señaló que, si “la gente no puede ir a la Iglesia, la Iglesia va a la gente”.
La parroquia publica en su página de Facebook las calles que visitará el P. Éder al día siguiente, para que las personas puedan salir al encuentro del sacerdote, que a las 10:00 a.m. (hora local) parte de la iglesia.
El sacerdote indicó que por la pandemia de COVID-19 en el municipio de Jacuí, donde viven alrededor de 7.6 mil habitantes, “la participación máxima de los fieles en la Santa Misa se ha reducido al 30% y de vez en cuando la Santa Misa debe hacerse sin la presencia del pueblo de Dios”
El P. Éder indicó que la inspiración para realizar esta iniciativa nació de una experiencia personal, cuando salía de la casa parroquial a la iglesia matriz de Jacuí para hacer su oración matutina en la capilla del Santísimo Sacramento.
“Antes de entrar a la iglesia, un joven que pasaba en una motocicleta se detuvo y me pidió la bendición. Y me dijo una frase que me llamó mucho la atención, dijo: ‘Que bueno que lo encontré por el camino padre, para que pueda recibir la bendición’”, recordó.
El sacerdote señaló que esta frase del joven estuvo resonando en su corazón durante “mucho tiempo”, hasta que se dio cuenta “que era la voluntad de Dios que el padre caminara por las calles de la ciudad, llevando la bendición a todos los que se encontraba en el camino”.
“Entonces esta acción pastoral es la inspiración de Dios, es su voluntad y es Él quien está caminando por las calles de la ciudad, el sacerdote es solo su instrumento”, agregó.
El P. Éder resaltó que por el camino se encuentra con “personas que desde el inicio de la pandemia no han podido ir a la iglesia por razones de seguridad, ya sea por edad o por comorbilidades”.
“También en el camino me he encontrado con muchas familias angustiadas y preocupadas por la situación de la pandemia y muchas de ellas con familiares aislados o en hospitales a causa de la enfermedad”, señaló.
El sacerdote indicó que también ha conocido “familias que han perdido a sus seres queridos”, con los que vive “momentos profundos de oración pidiendo a Dios el descanso para todos ellos y el consuelo para la familia en duelo”.
“Las personas quedan conmovidas y muy agradecidas” por la presencia del Señor, agregó el P. Éder.
Además, indicó que por las publicaciones de la parroquia, las familias “que no están en casa dejan mensajes en sus puertas pidiendo al sacerdote que bendiga sus casas” cuando saben que el P. Éder pasará por ahí.
“Esto es muy bonito”, subrayó.
Traducido y adaptado por Harumi Suzuki. Publicado originalmente enACI Digital.
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Richbell Meléndez, estudiante de teología en la EATEL, colaborador asiduo de distintas páginas de apologética católica y tutor de la escuela de apologética online DASM.
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