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Por: Tom Riello

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Muchos protestantes se oponen a las enseñanzas de la Iglesia sobre una variedad de asuntos, entre los que se encuentra su enseñanza sobre la Santísima Virgen María, diciendo: "¿Dónde encuentras eso en la Biblia?" Como han señalado muchos otros, incluidos los protestantes, la doctrina y la práctica no suelen definirse sobre la base de un "versículo infalible". La práctica del bautismo infantil es un ejemplo de ello. No hay ningún versículo que diga "bautizad a vuestros hijos", pero eso no significa que la práctica del bautismo de niños sea antibíblica. Más bien, gran parte de la doctrina se define por la textura y la trayectoria de los datos bíblicos; en definitiva, es necesario el desarrollo de la doctrina.

La doctrina nace de la vida de la Iglesia, de su reflexión y de su experiencia. La doctrina de la Trinidad, por ejemplo, no fue tanto una doctrina "probada" como experimentada en la vida de la Iglesia. Ciertamente, la experiencia de la Trinidad se ajustaba a la enseñanza sobre la Trinidad, pero la enseñanza de la Trinidad también se nutría de la experiencia de la Iglesia. La siguiente cita del conocido y respetado historiador de la Iglesia, Jaroslav Pelikan, demuestra cómo la doctrina y la práctica se desarrollaron y se desarrollan en la vida de la Iglesia. En esta cita, Pelikan señala que cuando uno, especialmente como protestante, abraza la homoousión de Nicea, ¿cómo y dónde traza la línea del desarrollo doctrinal? Una vez que se acepta Nicea, o para el caso, el canon de las Escrituras, ¿no se ha concedido demasiado a la autoridad de la Iglesia? Muchos evangélicos conservadores se sienten frustrados por los liberales y su propensión a negar la doctrina "ortodoxa", por lo que, en opinión de muchos evangélicos, los liberales son herejes. Sin embargo, hay que subrayar que los liberales sólo están siendo coherentes. Verás, una vez que has deconstruido la autoridad eclesiástica, es casi imposible llamar a algo o acusar a alguien de herejía. "¿Herejía según quién?" es la respuesta liberal al evangélico. Leamos ahora la cita de Pelikan:

“El Nuevo Testamento, ciertamente no menos que el Antiguo, ha adquirido continuamente nuevos significados en el curso de la historia de su interpretación, significados que a veces han sido consecuencia tanto de lo que no decía como de lo que decía. Pues a ambos Testamentos podemos aplicar el sabio comentario de un estudioso de la Biblia hebrea que ha iluminado algunos capítulos especiales de la historia de su interpretación. "Así como una perla resulta de un estímulo en la concha de un molusco", observó Louis Ginzberg, "así también una leyenda puede surgir de un irritante en la escritura". Ya sea como estímulo, irritante o inspiración, la Escritura ha dominado la atención a la Virgen María, aunque no siempre la ha controlado … Para la erudición bíblica, el hecho de que "en el curso de los siglos la mariología haya tenido un enorme desarrollo" puede ser algo problemático. Pero para la erudición histórica, ese desarrollo es también un enorme recurso. Sin duda, la mariología no ha sido la única doctrina que ha experimentado tal desarrollo; de hecho, sería imposible identificar una doctrina que no lo haya hecho. El caso más decisivo del desarrollo de la doctrina, y por el que se han definido las cuestiones fundamentales de lo que ahora podría llamarse "la doctrina del desarrollo", es el dogma de la Trinidad. Porque la doctrina de la Trinidad no era como tal una enseñanza del Nuevo Testamento, sino que surgió de la vida y el culto, la reflexión y la controversia, de la iglesia como, a juicio de la ortodoxia cristiana, la única forma en que la iglesia podía ser fiel a la enseñanza del Nuevo Testamento. Lo hizo después de siglos de estudio y especulación, durante los cuales habían surgido muchas soluciones al dilema de los Tres y el Uno, cada una de ellas con algún pasaje o tema de la Escritura que la recomendaba. La formulación normativa final del dogma de la Trinidad por el primer concilio ecuménico de la Iglesia, celebrado en Nicea en el año 325, tomó como esquema básico el esquema bíblico de la llamada gran comisión de Cristo a los discípulos justo antes de su ascensión. . . Pero en el marco de esa fórmula neotestamentaria, el Credo de Nicea incluyó muchos otros motivos bíblicos, así como el término técnico portentoso y no bíblico por el que se hizo conocido … "uno en el ser con el Padre [homoousios toi patri]". Por ello, con la agudeza que le caracteriza, John Courtney Murray formuló en su día las implicaciones de esto para la situación ecuménica: "Considero que la separación de los caminos entre las dos comunidades cristianas tiene lugar en la cuestión del desarrollo de la doctrina … No creo que la primera cuestión ecuménica sea: ¿qué pensáis de la Iglesia? O incluso, ¿qué pensáis de Cristo? El diálogo saldría de la confusión actual si la primera pregunta que se planteara fuera, ¿qué pensáis de la homoousión nicena?" Si las iglesias protestantes reconocieran la validez del desarrollo de la doctrina cuando partió de la gran comisión del Evangelio de Mateo para dar lugar al Credo de Nicea, como hicieron y hacen todas las iglesias protestantes de la línea principal, ¿con qué fundamento podrían rechazar el desarrollo cuando partió de otros pasajes lapidarios de la Biblia para dar lugar a otras doctrinas? … Rechazar este desarrollo de la doctrina con el argumento de que era un desarrollo y que el desarrollo era en sí mismo inaceptable, dificultó que la exégesis bíblica de los períodos de la Reforma y de la post-Reforma pudiera contender con los del ala izquierda de la Reforma … Porque habiéndose desarrollado así a partir de la Escritura, la perspectiva trinitaria se había convertido a su vez en una forma -o, más bien, en la forma- de interpretar la Escritura. Tal como fue sistematizado, al menos para Occidente, principalmente por Agustín, este método de exégesis bíblica se plasmó en forma de "regla canónica [canónica regula]". Los diversos pasajes de la Biblia que aparecían directamente para fundamentar el dogma de la Trinidad, como sobre todo la fórmula bautismal que cierra el Evangelio según Mateo y el prólogo sobre la divinidad del Logos que abre el Evangelio según Juan, se reforzaban mutuamente para formar la prueba bíblica de la doctrina de la Iglesia. A la inversa, sin embargo, cualquier pasaje que, tomado tal cual, pareciera contradecir la enseñanza de la Iglesia, estaba sujeto a la "regla canónica" y requería un manejo cuidadoso. Cuando varios capítulos después del solemne prólogo, "Y el Verbo era Dios", el Evangelio de Juan hizo que Jesús dijera de sí mismo: "Mi Padre es mayor que yo", Agustín tuvo que poner en acción sus armas más pesadas. Si los reformadores protestantes y sus descendientes estaban dispuestos a quedarse quietos ante tal manipulación de los pasajes del Nuevo Testamento en aras de mantener un desarrollo doctrinal que sólo había llegado en siglos posteriores -y lo estaban-, ¿qué se interponía a tal manipulación cuando el pasaje en cuestión era "Esto es mi cuerpo" o "Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia"?” (Mary Through The Centuries pgs. 7-11).

Traducido y adaptado por Richbell Meléndez. Publicado originalmente en Called to Communion.

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Richbell Meléndez, laico católico dedicado a tiempo completo a la apologética y subdirector de la Escuela de Apologética Online DASM.

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